Varios personajes ajenos a la política que buscaban llegar al Senado o a la Cámara de Representantes fracasaron en su intento en las elecciones legislativas del domingo, sueño para el que la fama no fue suficiente.
Una de las que se quedó sin escaño fue Vanessa Alexandra Mendoza, que hace 20 años fue elegida Señorita Colombia y que se convirtió en la primera afrodescendiente en representar al país en Miss Universo.
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Mendoza era una de las cartas del partido de derechas Centro Democrático para el Senado pero, aunque su rostro es familiar para muchos colombianos, no le alcanzó para cautivar al electorado que la vio varias veces al lado del expresidente Álvaro Uribe, jefe de esa fuerza.
Mendoza ocupó brevemente un escaño en la Cámara de Representantes en 2017 en representación de las negritudes luego de que Moisés Orozco dejó ese puesto por decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), que anuló su elección.
Tampoco cuajó la aspiración del policía retirado John Frank Pinchao, que en 2007 escapó de la guerrilla de las FARC después de casi nueve años de secuestro y era candidato por el partido Verde Oxígeno, liderado por Íngrid Betancourt, su compañera de cautiverio.
Igual suerte corrió el general retirado de la Policía Luis Mendieta, candidato al Senado por el Centro Democrático, que cimentó su campaña proponiendo mejoras salariales y más educación para la fuerza pública.
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Mendieta también estuvo secuestrado más de doce años por las FARC y siempre ha criticado que sus captores estén en el Congreso mientras que las víctimas como él no han recibido suficiente atención.
NO ES SUFICIENTE SER CONOCIDO O FAMOSO
La fama tampoco le alcanzó a Ana Victoria Beltrán, recordada por su actuación en la telenovela “Padres e Hijos”, pues no logró llegar a la Cámara de Representantes a nombre del Nuevo Liberalismo, el partido fundado por el asesinado líder político Luis Carlos Galán.
A propósito del Nuevo Liberalismo, la periodista Mábel Lara, quien era la cabeza de lista para el Senado, tampoco sedujo al electorado y se quedó por fuera.
Dos glorias del deporte olímpico colombiano, Caterine Ibargüen y Jackeline Rentería, tampoco alcanzaron los sufragios necesarios para ocupar un puesto en el Senado y en la Cámara de Representantes, respectivamente.
Ibargüen, ganadora de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y del oro en Río 2016, era cabeza de lista del Partido de la U.
Rentería, bronce en Pekín 2008 y en Londres 2012, también era una de las cartas de la U en el Valle del Cauca.
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Menos conocida era Fidelia Suárez Tirado, quien quiso llegar a la Cámara Alta de la mano del Partido Liberal sin renunciar a su oficio: trabajadora sexual.
De 55 años, Suárez considera que su gremio necesita “garantías y protección de nuestros derechos fundamentales y laborales como personas que ejercemos un trabajo que es el más antiguo del mundo” y que por eso seguirá luchando sin abandonar su oficio. Efe