El máximo mandatario de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, se reunirá el miércoles en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, informaron fuentes oficiales.
Pese a que no se hayan divulgado más detalles sobre el encuentro, los rumores apuntan a que ambos debatirán sobre una posible candidatura de China para albergar el Mundial en 2030 o en 2034.
“Organizar el Mundial es una aspiración compartida por el pueblo chino y esperamos poder ver a China albergándolo en una fecha cercana”, aseguró el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, cuando se le preguntó sobre la reunión.
“Esperamos reforzar nuestra cooperación futbolística con otros países y con instituciones internacionales como la FIFA (…) para poder mejorar el nivel del fútbol en China”, añadió.
Algunas informaciones aseguran que el gigante asiático podría aspirar a organizar la competición en 2022 ante la crisis diplomática a la que se enfrenta actualmente el anfitrión, Catar, aunque Infantino ya afirmó que la sede “no se encuentra en peligro” y expresó su confianza de que “la región volverá a la normalidad”.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin hna roto relaciones diplomáticas y han impuesto un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo con Catar tras acusarle de apoyar a organizaciones terroristas como los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda y de incumplir los compromisos y acuerdos internacionales.
Por otra parte, el presidente de la Asociación de Fútbol de Hong Kong, Timothy Fok, pidió hoy al Gobierno chino que no olvide a la excolonia británica de cara a una posible propuesta para organizar el Mundial, y citó “la moda de las candidaturas conjuntas, como la de Estados Unidos en 2026 junto a Canadá y México”, según el diario independiente South China Morning Post.
“Quizás algún día, cuando China organice el Mundial, Hong Kong pueda tomar parte (en la candidatura). Lo que ahora puedo decir con certeza es que, sin las instalaciones necesarias, no lo haremos”, matizó.
Los planes de la región autónoma especial (que tiene sus equipos internacionales propios) para construir un gran estadio con capacidad para 50.000 espectadores han recibido críticas que lo califican de proyecto inútil y costoso.
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