El fuerte terremoto de magnitud de 6,2 grados en la escala de Richter que ha sacudido esta madrugada la provincia de Mugla en la costa egea de Turquía, no ha causado por el momento mayores destrozos, según las primeras informaciones.
El seísmo tuvo lugar a las 22.31 GMT del jueves (01.31 del viernes hora local) y el epicentro se localizó en el golfo de Gokova, a una profundidad de 5 km, según datos del observatorio de Kandilli, un organismo oficial situado en Estambul.
La agencia semipública turca Anadolu ubica el epicentro del seísmo en el mar, a menos de una decena de kilómetros al suroeste de la ciudad de Bodrum y a la misma distancia de la isla griega de Kos y le otorga una magnitud de 6,3, dato del servicio de emergencia oficial AFAD.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés) este terremoto alcanzó una magnitud de 6,7 grados.
A causa del terremoto el suministro de electricidad se interrumpió en varias zonas, pero hasta el momento no se ha informado de mayores daños, según la gobernadora de Mugla, Esengül Civelek, citada por la cadena turca NTV.
Algunos edificios antiguos sufrieron fracturas, pero por lo que se sabe hasta ahora, ninguno se ha derrumbado, informa la citada emisora.
Los daños en la red eléctrica causaron un pequeño incendio en la vegetación pero que está bajo control de los bomberos, agrega NTV.
También el alcalde de Mugla, Osman Gürün, señaló a la misma cadena que no se han registrado víctimas ni daños materiales información confirmada también por el regidor de la ciudad de Bodrum, Mehmet Kocadon, si bien agregaba que “aún se recogen datos”.
El seísmo causó escenas de pánico en parte de la población y muchos ciudadanos salieron a la calle para pasar el resto de la noche fuera de sus casas, informa Efe.
En Bodrum, la red de telefonía móvil fallaba a ratos por la sobrecarga, añade NTV.
Kandilli ha registrado además cuatro réplicas superiores a una magnitud de 4 en la escala de Richter, que causaron más escenas de miedo, según la prensa local.