Disfrazadas de cetáceos, media decena de niñas trataron de evitar que visitantes que llegaban en sus vehículos entraran al Seaquarium de Miami, donde la orca Lolita cumple 47 años de cautiverio en una “prisión”.
La niñas y adolescentes hicieron parte de una veintena de manifestantes organizados por People for Ethical Treatment of Animals (PETA), grupo ambientalista que mantiene una lucha legal en busca de la liberación de la orca.
Con carteles de “Paren la masacre, paren el espectáculo” o “Enseñen a sus hijos compasión, no compren entradas para la prisión del acuario de Miami”, los activistas trataban de disuadir a visitantes y turistas de entrar al acuario de Miami (Florida).
Matt Bruce, directivo de PETA, lamentó que Lolita ha pasado los últimos 47 años en el “tanque más pequeño de Estados Unidos para una orca” desde que fue separada de su grupo familiar en 1970, en la zona costera de Puget Sound, en el estado de Washington (noroeste del país), cuando apenas tenía 4 años de edad.
“Urgimos al el Miami Seaquarium hacer inmediatamente lo correcto para Lolita”, aseguró Bruce a Efe.
Recordó que tras una batalla legal Lolita fuera incluida en 2015 en una lista federal de animales protegidos en el marco de la Ley de Especies en Peligro (ESA) del país.
Sin embargo, reconoció que es el acuario el que puede de inmediato permitir que Lolita “tenga una vida natural” y llamó en ese sentido a la gente a que “nunca visite el Seaquarium y a alentar a amigos y familiares a boicotearlo”.
“Estamos tratando de que la gente se devuelva, educarlos de cómo Lolita ha estado aquí 47 años y esto no es natural”, expresó a Efe Angelina Poli, de 9 años, al tiempo que cargaba un cartel que decía “El cautiverio es una sentencia de muerte”.