El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confió en que Estados Unidos no interferirá en las elecciones presidenciales rusas, que se celebrarán en marzo de 2018 y en las que el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, podría buscar la reelección.
“Espero que la misma gravedad de ese asunto haga al poder establecido en EEUU pensárselo dos veces”, dijo Lavrov según medios locales.
Destacó que, pese a las “acusaciones infundadas” contra Rusia, en EEUU no han presentado “ni una sola prueba” sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre de 2016.
Lavrov advirtió que en caso de los funcionarios estadounidenses decidieran intervenir en las elecciones rusas, Moscú recurriría a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas y a la legislación nacional para impedirlo.
Recordó que hay numerosos casos de en países de Europa Central y Oriental en los que la embajada estadounidense interfiere en el proceso político, incluido guiando a la oposición.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que el personal local de la embajada sólo puede realizar actividades técnicas y no puede ejercer funciones políticas o diplomáticas, reseñó Efe.
También denunció que, en el caso de Rusia, algunos empleados rusos de esa legación diplomática realizaron encuestas en las regiones para conocer la opinión de sus habitantes sobre el gobernador de turno o incluso el gobierno central.