El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aseguró que su país no se quedará de “brazos cruzados” ante la grave crisis que vive Venezuela, tras reunirse con el presidente, Juan Manuel Santos, quien le pidió descartar una intervención militar en el país vecino.
“Como el presidente Donald Trump ha dicho, Estados Unidos no se quedará parado mientras Venezuela se desmorona”, indicó Pence en una declaración conjunta con Santos en Cartagena.
En el inicio de la visita de mayor nivel que ha realizado hasta el momento a América Latina un funcionario del nuevo Gobierno estadounidense, Pence sostuvo que la situación venezolana es “inaceptable”, por lo que manifestó que su país tiene “muchas opciones” y “confianza de que al trabajar con los aliados en América Latina se va a encontrar una solución”.
En Venezuela, agregó, “el pueblo está sufriendo y debe soportar la brutalidad del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Un país que debería ser uno de los más ricos es hoy uno de los más pobres y corruptos, por lo que el presidente Trump no se quedará con los brazos cruzados. Vamos a seguir tomando acciones hasta que Maduro tome el camino a la democracia”.
Pence recordó que el gobierno de Maduro “ha amordazado a la Asamblea Nacional, ha socavado a la prensa libre, ha puesto en prisión a opositores y más de 130 valerosos venezolanos han muerto en la lucha por la democracia” desde abril pasado, cuando comenzaron las protestas contra el Gobierno.
El vicepresidente se refirió a las recientes sanciones adoptadas por Washington contra miembros del Gobierno venezolano, incluido Maduro, y no descartó más acciones de ese tipo. Efe