Cuatro cazas F-35B y dos bombarderos estratégicos B-1B estadounidenses realizaron un simulacro de bombardeo cerca de Corea del Norte en respuesta al lanzamiento de un misil de alcance medio realizado el pasado viernes por el régimen de Pyongyang.
En las maniobras participaron también cuatro cazas surcoreanos F-15K, según confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa en Seúl que indicó que se trató de una respuesta de tipo “rutinario” al último lanzamiento norcoreano.
Sin embargo, una fuente del Gobierno surcoreano indicó por su parte a la agencia Yonhap que las aeronaves se acercaron más de lo habitual a la tensa frontera que separa a las dos Coreas.
Los aviones dejaron caer bombas inertes en un terreno de pruebas militares en Taebaek, la provincia de Kangwon (costa oriental) cercano a la zona desmilitarizada (DMZ), detalló la fuente, reseña Efe.
Concluidas las maniobras, los F-35 y los B-1 regresaron a sus bases en Japón y la isla de Guam, respectivamente.
Los ejercicios se produjeron tres días después de que Corea del Norte lanzara un misil de alcance intermedio que recorrió unos 3.700 kilómetros y sobrevoló el norte del archipiélago japonés antes de caer al mar, en lo que supuso el primer proyectil que ha disparado tras realizar su sexta prueba nuclear el pasado 3 de septiembre.