La Corte Nacional de Justicia de Ecuador dictó hoy prisión preventiva para el vicepresidente del país, Jorge Glas, tras considerar justificada una petición de la Fiscalía General en ese sentido por su presunta implicación en la trama de sobornos de la constructora Odebrecht.
La medida, impuesta por el juez Miguel Jurado, ha sido también aplicada al tío del vicepresidente, Ricardo Rivera, por el mismo delito de presunta asociación ilícita y a raíz de nuevas pruebas expuestas por los fiscales contra ellos.
“Lo que ha establecido el juez con relación a la prisión preventiva de los dos procesados, del Ing. Glas y del Sr. Rivera, es una decisión que se funda en los elementos de convicción y en las evidencias que se han recabado a lo largo de esta investigación”, dijo el fiscal general, Carlos Baca Mancheno, en declaraciones a los periodistas.
“Conforme se desprende de la información remitida por la autoridad policial”, agregó el fiscal, se interpreta que existe “peligro” de huida.
Para la Corte Nacional las pruebas presentadas por la fiscalía han justificado que las medidas cautelares vigentes hasta ahora son insuficientes y ha aceptado todos los argumentos presentados en la sesión de hoy, en la que se pedía conmutar las medidas anteriores por otras más graves.
Sobre Glas, elegido vicepresidente el pasado 2 de abril en tándem con el presidente Lenín Moreno, del que luego se distanció, pesaba hasta ahora la prohibición de salir del país, y sobre su tío, Rivera, el arresto administrativo.
El vicepresidente, que ya en agosto había sido despojado de todas sus funciones por una disputa de carácter político con Moreno, no acudió hoy a la sesión en Quito.
Desde su residencia en Guayaquil (suroeste), se limitó a expresar su decepción con la decisión judicial.
“Acato BAJO PROTESTA este infame atropello en mi contra, aún tengo fe en que la justicia se imponga, ante ella probaré mi inocencia”, escribió en su cuenta de Twitter.
Y añadió: “Sin pruebas y con indicios forjados. Solo les queda el linchamiento. Acudiré a instancias nacionales e internacionales para defenderme”.
Una fuente de la vicepresidencia confirmó a Efe que Glas no llegaba hace ya días a la sede de la institución, situada a espaldas de la Presidencia, en el casco antiguo de Quito, y que más de un centenar de funcionarios habían sido apartados.
El proceso judicial procederá en las próximas horas con la expedición por la Corte Nacional de las órdenes de arresto contra Glas y Rivera, tras lo cual la policía actuará y procederá a las detenciones.
A continuación, ambos pasarán un examen médico en la ciudad costera y serán trasladados por aire a Quito, donde posiblemente ingresen esta misma madrugada en la prisión número cuatro.
“No se preocupen, no tienen que buscarme, estoy donde siempre. No voy a escapar. Los inocentes jamás huimos”, escribió Glas al exigir que el Fiscal “exhiba ante el país las pruebas que tiene” en su contra.
En diciembre pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que la constructora Odebrecht había pagado 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América Latina y África.
Ese informe indicaba que en Ecuador, entre 2007 y 2016, la firma brasileña presuntamente pagó sobornos por valor de más de 35,5 millones de dólares a “funcionarios del Gobierno”, lo que supuestamente le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.
Además de la información recopilada hace ya meses, nuevos detalles de la investigación relacionada con Ecuador fue proporcionada por EE.UU. a la Fiscalía en Quito la semana pasada y fueron los que llevaron a la sustitución de las medidas cautelares contra Glas y su tío.
Las nuevas medidas contra el vicepresidente incluyen asimismo la prohibición de enajenación de bienes y el congelamiento de cuentas bancarias.
La presunta implicación del vicepresidente, de su tío y de otra docena de procesados en la trama Odebrecht se refieren al período en el que Glas estaba al mando de los sectores estratégicos del país, en el gobierno de su correligionario Rafael Correa, fundador del movimiento Alianza País y de la llamada Revolución Ciudadana.
Un movimiento que se ha visto dividido por el caso Glas y que el domingo aceptaba el pedido de éste para que se le liberara de la disciplina partidista y de sus atribuciones como vicepresidente del movimiento mientras dure el proceso judicial en su contra.
No parece sin embargo que el vicepresidente tenga la intención de dimitir, a decir de su abogado, Franco Loor.
La legislación ecuatoriana establece la sustitución temporal del vicepresidente por un período de hasta tres meses si no está en plena facultad de ejercer el cargo, y la definitiva por abandono del mismo, informa Efe.
El presidente de Ecuador había convocado por la tarde una reunión ampliada de su gabinete en la que, según distintos medios, podría estar barajando una suplencia a su segundo al mando.