Elecciones en Chile con nuevas reglas y ventaja para candidato de derecha

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Las elecciones generales que tendrán lugar el próximo día 19 en Chile se celebran bajo nuevas reglas derivadas de la reforma aprobada hace dos años y con el candidato derechista Sebastián Piñera como favorito para suceder en la presidencia por segunda vez en la historia a Michelle Bachelet.

Estos comicios supondrán el fin del sistema binominal, que ha sido reemplazado por uno proporcional directo, lo cual supone un aumento en el número de legisladores de la Cámara de Diputados (de 120 a 155) y el Senado (de 38 a 50), si bien en la Cámara Alta en esta ocasión sólo se renuevan 25 escaños.

La cita con las urnas, en la que el bloque de centro izquierda se presenta dividido por primera vez desde el fin de la dictadura, también servirá para escoger a los 278 miembros de los quince consejos regionales que hay en el país.

La elección presidencial del domingo será la primera con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario, cambios que ya se aplicaron en las municipales de 2015, que registraron una abstención del 65 %.

El cambio del marco legal también afecta a la financiación de las campañas electorales, que además de ver recortado su limite de gastos ya no podrán contar con recursos procedentes de las empresas, y a la composición de las candidaturas, en las que debe figurar al menos un 40 % de mujeres.

Además, cerca de 40.000 chilenos residentes en 59 países del mundo están habilitados para votar por primera vez en una elección presidencial.

El candidato de la derecha, Sebastián Piñera, corre con ventaja, a tenor de todas las encuestas, que le dan como ganador de la primera vuelta con una mayoría tan holgada que, según algunos analistas podría ser innecesario un balotaje, fijado en principio para el 17 de diciembre.

De ganar el candidato de Chile Vamos se produciría un doble “déjà vu” presidencial, porque Chile sería gobernado en 16 años por las dos mismas personas: Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022).

Y también supondría el fin de un ciclo de hegemonía de la izquierda en Sudamérica, apartada del poder en Brasil y Argentina, y la vuelta en Chile a un sistema multipartidista que entronca con la tradición política del país.

La esperanza de los candidatos situados a la izquierda de Piñera es que el empresario tenga que enfrentarse en segunda vuelta a un aspirante de este sector que logre aglutinar a los votantes situados en un amplio espectro político que va desde la Democracia Cristiana, hasta el Frente Amplio, una coalición de izquierdas que cuestiona las bases del actual sistema.

Esta tarea, sin embargo, se antoja muy difícil considerando las diferencias que separan a las fuerzas progresistas.

Una de los exponentes de esta división es la determinación de la Democracia Cristiana de concurrir a los comicios con una candidata propia, la senadora Carolina Goic.

La decisión, no exenta de polémica interna en las filas del partido, ha supuesto la ruptura “de facto” de la coalición oficialista Nueva Mayoría, un conglomerado de fuerzas políticas que se unieron para apoyar la candidatura presidencial de Michelle Bachelet en 2013.

Los democristianos también presentan listas parlamentarias por separado, lo que agrava la ruptura de la alianza entre el centro y la izquierda que propició la fin de la dictadura de Augusto Pinochet y veinte años del Gobierno de la Concertación (1990-2010).

Sin contar con el apoyo de la centroizquierda, el senador independiente Alejandro Guillier se perfila como el favorito para enfrentarse en un eventual cara a cara con el candidato de Chile Vamos.

Guillier, un conocido periodista de radio y televisión, ha recibido el apoyo de seis partidos de la Nueva Mayoría, tras un polémico proceso de selección que apartó al expresidente Ricardo Lagos y el exsecretario general de la OEA José Miguel Insulza.

En tercer lugar en los sondeos aparece la también periodista Beatriz Sánchez, quien en algún momento llegó a disputarle el segundo puesto a Guillier, pero que en las últimas semanas ha ido perdiendo apoyo entre los 13,3 millones de potenciales votantes, según los sondeos.

De confirmarse los pronósticos, la abanderada del Frente Amplio podría ser decisiva a la hora de conformar un bloque progresista de cara a una eventual segunda vuelta.

Además de Sánchez, otros tres candidatos de izquierda aspiran a la Presidencia, el progresista Marco Enríquez-Ominami, que se postula por tercera vez; el senador Alejandro Navarro, y el profesor Eduardo Artes, informa Efe.

En la vereda de frente, José Antonio Kast, un exdiputado ultraderechista, le disputa a Piñera el voto de los sectores conservadores que defienden el legado de Augusto Pinochet.