Varias ciudades de Latinoamérica, como la capital de Uruguay, Montevideo; Bucaramanga, en Colombia, y distintas urbes chilenas han apostado por reducir su impacto en el cambio climático con acciones para luchar contra las emisiones, el tratamiento de residuos o la información a los usuarios.
Con ello, tratan de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, adoptado el 12 de diciembre de 2015 por 195 países, que fortaleció el compromiso de ciudades de todo el mundo por transformarse en resilientes al cambio climático, a los eventos meteorológicos -cada vez más fuertes y frecuentes-, y a los problemas medioambientales en general.
Ese compromiso se ha visto reforzado, con la firma esta semana de la Carta del Clima de Chicago, que reunió a regidores de ciudades de Estados Unidos, Canadá, México, París y otros 50 integrantes del Global Covenant of Mayors (Pacto Global de Alcaldes).
“Las ciudades tienen un impacto creciente en la acción del clima y juntos podemos dar pasos importantes hacia la reducción de las emisiones de carbono, demostrando que a nivel local se cumplen los compromisos de París”, afirmó la vicepresidenta de la Global Covenant of Mayors for Climate and Energy, Christiana Figueres durante la reunión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en más de 6,5 millones de muertes al año en el mundo por la contaminación atmosférica.
En Latinoamérica, las ciudades con mayores niveles de contaminación del aire son Lima, La Paz, Guatemala y Tegucigalpa, seguidas por Santiago de Chile, Caracas, Bogotá, Ciudad de México, Quito y Cali (Colombia), también según datos de la OMS, reporta Efe.
En el camino a mitigar las emisiones de CO2 (dióxido de carbono), Chile ha desarrollado el “proyecto 20/2020 con el que se pretende que las energías renovables alcancen la generación del 20 por ciento de la matriz energética para el 2020”, según explicó el gerente de marketing de Marca Chile, Fabián Campos.