El conflicto armado se intensificó en 2017 en algunas zonas del país pese a la firma del acuerdo de paz con las Farc por la acción de otros grupos ilegales, según se desprende del informe de Amnistía Internacional (AI) 2017-2018.
“A pesar de la firma del acuerdo de paz, el conflicto armado se intensificó en algunas zonas de Colombia como consecuencia de las enfrentamientos armados entre guerrilleros del Eln, grupos paramilitares y fuerzas del Estado que trataban de llenar el vacío de poder provocado por al desmovilización de las Farc“, reza el informe de AI.
Específicamente, se menciona los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Nariño y Norte de Santander, donde en 2017 persistían los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos.
Entre esas violaciones mencionan homicidios selectivos de afrodescendientes e indígenas, desplazamientos forzados colectivos, confinamientos forzados de comunidades en sus territorios, reclutamiento forzado de menores, violencia sexual e instalación de minas antipersona.
En su reporte, AI desgrana varios casos como la muerte de trece personas en un combate entre disidentes de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional en el departamento de Nariño o la presencia de grupos herederos del paramilitarismo en la comunidad de paz de San José de Apartadó, en Antioquia, reporta Efe.
Acerca de las minas antipersona, AI asegura que la abundancia de estas sigue siendo “un peligro” para indígenas y afrodescendientes en el Chocó.