El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont aseguró que “no tiene vocación de ser un símbolo” y que su mandato “terminará cuando lo decida el Parlamento de Cataluña”, en un acto organizado esta noche por las juventudes del partido liberal flamenco Open VLD en Gante (Norte).
“Mi autoridad viene dada por la decisión del Parlamento de Cataluña y, el día que el Parlamento decida no confiar en mí, habré terminado con mi mandato”, afirmó Puigdemont, quien aseguró que su papel “en el exilio” consiste en “continuar con esta legitimidad”.
El expresidente de la Generalitat insistió en que, a día de hoy, tiene “la legitimidad y la mayoría parlamentaria para ser elegido”, pero lamentó no poder ser investido, “porque sería detenido en cuanto entrase en España, lo que impediría que cumpliese el mandato democrático de las elecciones del 21 de diciembre”.
“Tenemos que encontrar una solución para seguir desplegando una república catalana”, añadió Puigdemont, quien defendió que es “perfectamente posible gobernar Cataluña desde el exilio en la época de la globalización” y que no hacerlo de este modo “supone una gran anormalidad”, reporta Efe.
Al ser preguntado por la posibilidad de un referéndum sobre la independencia de Cataluña en el que participase toda España, Puigdemont contestó que, si esa fuera la propuesta del Gobierno español, “estaría dispuesto a escucharla y discutirla”.