Los países en los que se permite utilizar el cannabis con fines médicos, como España, deben establecer mecanismos para evitar su desviación para otros usos, exigió la ONU en un informe sobre la situación de las drogas en el mundo.
Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), estos Estados deben establecer “marcos legislativos y regulatorios eficaces” para un “uso racional”.
Todo ello debe estar siempre bajo supervisión médica, con el fin de prevenir la desviación, “según lo establecido por la Convención de 1961 en su forma enmendada”, señala la JIFE en su informe 2017.
Este órgano de la ONU, que se encarga de velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas, recuerda que desde la publicación de su anterior informe, ha aumentado el número de Estados que han adoptado medidas regulatorias que prevén el uso del cannabis o sus derivados con fines médicos, reporta Efe.
Así, la JIFE señala que tiene constancia de que países como España, Austria, Bélgica, Canadá, Israel, Italia, Noruega, Países Bajos, Suecia o Suiza “permiten el uso del cannabis o sus derivados con fines médicos”.