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La compañía Repsol Sinopec Brasil, controlada por la petrolera española Repsol, inauguró este jueves en Salvador, capital de Bahía (nordeste), el mayor y más rápido “supercomputador” del país, que actuará en el sector petrolífero, gas natural y en otras áreas.
El AIRIS (Artificial Intelligence RSB Integrated System), con capacidad de procesamiento de datos de 800 teraflops (un billón de operaciones por segundo) contribuirá al tratamiento del “Big data” y el uso de algoritmos complejos en la industria brasileña, principalmente en la de petróleo y gas.
El ordenador de grandes proporciones fue desarrollado y entró en operación en el centro tecnológico universitario Senai Cimatec, auspiciado por la Federación de Industrias del Estado de Bahía (FIEB) y única escuela técnica del sistema industrial del país que ofrece cursos de maestría y doctorado.
“El trabajo de investigación y desarrollo es un esfuerzo de industrias y de sociedad, no de empresas, obviamente cada uno tiene su ventaja competitiva, sus ‘copyright’ (derechos de autor), sus patentes, pero esta inversión aquí es con enfoque a la industria”, señaló a Efe Mariano Ferrari, presidente de Repsol Sinopec Brasil.
En ese sentido, Ferrari destacó la importancia de una “asociación” con las universidades, otras empresas y autoridades, como la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP, reguladora) con el “objetivo de atacar problemas comunes” en el procesamiento de grandes volúmenes de datos.
“No hay una competencia de destacar una empresa, es un esfuerzo común en la industria”, completó el ingeniero argentino.
La alianza entre Repsol Sinopec y el Centro de Supercomputación para la Innovación Industrial del Senai Cimatec para la puesta en marcha del ordenador gigante contó con una inversión de 6,75 millones de dólares y su implementación demoró un año.
Repsol Sinopec Brasil está controlada por Repsol (60 %) y cuenta con la participación de la compañía china Sinopec (40 %).
En los últimos cuatro años, Repsol Sinopec Brasil invirtió 150 millones de reales (unos 37,5 millones de dólares) y, según adelantó Ferrari a Efe, en el próximo cuatrienio la inversión deberá mantenerse en ese nivel con “un promedio de 60 millones de reales (unos 15 millones de dólares) por año”.
Antes de la puesta en marcha del nuevo supercomputador, apuntó Ferrari, “toda la investigación y desarrollo” de la compañía era realizada en Brasil, con el apoyo de la red de universidades, centros y empresas, “pero con capacidad de procesamiento mucho menor y la diferencia era que tardaba mucho más”.
“Cosas que antes demoraban dos meses ahora demoran dos días” y, con eso, “se aumenta la velocidad con la que podemos tomar decisiones” afirmó Ferrari. Efe