El arzobispo de Villavicencio, Óscar Urbina Ortega, agradeció al papa Francisco su presencia en el departamento del Meta, y la definió como un símbolo de la “reconciliación” en esta parte del país fuertemente afectada por el conflicto armado.
“Su visita, su presencia, su palabra, nos anima a ser levadura de reconciliación en esta tierra donde hemos vivido por largos años conflictos armados”, dijo Urbina, también presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
El arzobispo dirigió las palabra al pontífice al finalizar la misa que Francisco ofició en el recinto ferial de Catama, en la segunda estación de su recorrido por Colombia.
Urbina también agradeció al obispo de Roma por haberles enseñado a los colombianos “la vida, la historia, la creación con los ojos nuevos de la gratitud que ensancha y alegra el corazón y ayuda a percibir la riqueza de ser hermanos unos con otros y con todas las criaturas”.
En su intervención, el presidente de la CEC también reconoció que Francisco ha sido un “pedagogo del encuentro en una sociedad que vive el miedo y la desconfianza”.
Mencionó asimismo la importancia para el país de la beatificación del obispo Jesús Emilio Jaramillo y el sacerdote Pedro María Ramírez.
“Son dos discípulos misioneros que, como Jesús, fueron hasta el final del camino de la entrega a los hermanos”.
Finalmente, aseguró que el encuentro de este viernes es “una bendición, especialmente para los niños y jóvenes que esperan un futuro en paz”, reporta Efe.
El papa Francisco está hoy en Villavicencio, capital del departamento del Meta, en los Llanos Orientales, y segunda de las cuatro ciudades que visita en su gira apostólica por Colombia.