La Policía descartó que la matanza perpetrada por Devin Patrick Kelley, que dejó 26 muertos en una iglesia baptista de Sutherland Springs (Texas, EE.UU.), se debiera a motivos raciales, religiosos o terroristas y atribuyó a motivos personales la acción del tirador.
“No contemplamos que la acción se deba a motivos raciales o religiosos; sí podemos decirles que había una serie de problemas domésticos en su familia”, afirmó la Policía.
Las autoridades también confirmaron que todo apunta a que el atacante, que fue apartado del Ejército por agredir a su esposa y su hijo, acabó suicidándose y añadieron que diez personas, de la veintena de heridos del tiroteo, siguen en estado crítico.
“El veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que mató al menos 26 personas en una iglesia rural de Texas el se suicidó tras un tiroteo con residentes”, afirmó el alguacil local.