Los centros de votación en Venezuela abrieron hoy sus puertas a las 07.00 hora local, y algunos de ellos minutos antes, con lo que comenzó la participación de los ciudadanos en una consulta popular impulsada por los opositores del presidente, Nicolás Maduro.
Los participantes del plebiscito opositor deberán responder si están o no de acuerdo con el proceso constituyente impulsado por el chavismo y, además, con instaurar un gobierno de transición.
La Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, informó a través de la red social Twitter de que los puntos para la consulta popular abrieron a la hora acordada “en todo el país”.
No obstante, según constató Efe, quince minutos antes de la hora prevista, en las mesas electorales dispuestas en la plaza de Los Palos Grandes, en el municipio caraqueño de Chacao, comenzaron las votaciones de esta consulta hecha al margen del Poder Electoral y calificada por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de plebiscito.
Asimismo, cientos de electores comenzaron a hacer lo propio y sin mayores contratiempos en varios centros del este y del oeste Caracas.
Para este proceso, la MUD habilitó 2.030 “puntos soberanos” en todo el país con 14.404 mesas de votación y acreditó a 47.272 personas para trabajar en la consulta que cuenta además con unos 80.000 voluntarios desperdigados por toda la nación caribeña.
Ciudadanos venezolanos residentes en países como Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán, Catar y Egipto votaron ayer en esas naciones de Oriente Medio en las primeras mesas que abrieron en todo el mundo para la consulta.
En el extranjero fueron habilitados 667 puntos de votación, distribuidos en 602 ciudades de 100 países.
El presidente Maduro dijo ayer que el referendo opositor es una “consulta interna” entre los partidos de “la derecha” y criticó que esta se realice “sin cuadernos electorales, sin captahuellas, sin auditorías”, reseñó Efe.
Este domingo también se hará un simulacro electoral de las votaciones previstas para el 30 de julio, cuando se prevé que se elijan los redactores de la nueva y eventual Carta Magna.