El Bayern Múnich ganó la Supercopa de Alemania al imponerse en la tanda de penaltis al Borussia Dortmund después de que el tiempo reglamentario había terminado con un empate a dos goles.
Al final se necesitaron seis penaltis por equipo para lograr la definición -en los cinco primeros habían fallado Joshua Kimmich por el Bayern y Sebastian Rode por el Bayern- y el meta bávaro, Sven Ullreich, le paró a Marc Batra el lanzamiento definitivo.
El Dortmund le creo problemas al Bayern en el primer cuarto de hora con una presión adelantada que dificultaba la salida de los bávaros y que además llevaría al primer gol del compromiso en el minuto 12.
El estadounidense Christian Pulisic le robó una pelota a Javi Martínez y se encontró con el camino libre hasta al área donde batió a Sven Ulreich con un remate raso.
Antes del gol de Pulisic, había habido poca llegada por parte de ambos equipos, Del lado del Dortmund un remate de Nuri Sahin en el minuto 3 y de parte del Bayern una ocasión de Robert Lewandowski en el 11, con un remate por encima tras un pase largo cruzado desde la banda izquierda de Thomas Müller.
Con el paso de los minutos el Bayern pareció tomarle la medida a la presión adelantada del Bayern y empezó a sacar provecho de los espacios que quedaban abiertos a espaldas de la defensa, jugando por momentos al borde del fuera de juego.
En el 18 llegó el empate, marcado por Lewandowski desde corta distancia a centro desde la derecha de Joshua Kimmich que había llegado hasta la raya de fondo aprovechando un pase de Sebastian Rudy que supero a toda la defensa del Dortmund.
Después las ocasiones en la primera parte fueron del Bayern, la mejor de ellas un cabezazo de Müller en el minuto 35 que tocó el poste derecho de la portería de Roman Bürki.
Sin embargo, después del descanso el Dortmund mostró una clara recuperación, a base de ganar balones de divididos y de posesión de balón.
El partido se equilibró y el segundo gol del Dortmund se produjo en medio de una situación que mostraba que se estaba viviendo un partido de ida y vuelta.
El Bayern acababa de tener una buena llegada al área, en el que el último instante Sokratis interceptó un pase de Lewandowski que buscaba un receptor en el centro del área. A vuelta de correo vino un contragolpe que dejó a Pierre Emerick Aubameyang sólo en el área para que definiese con una vaselina que superó a Ullreich.
El Bayern buscó insistentemente el empate frente a un Dortmund que había ganado seguridad y lo encontró en una situación con balón parado, tras una falta de Felix Passlack sobre Kimmich al lado derecho del área.
El cobró de Rudy encontró a Niklas Süle cuyo cabezazo rebotó contra el larguero para que Kimmichr recogiera el rebote y marcase con un remate que entró a la portería tras pegar en varios jugadores del Dortmund, reseñó Efe.
Con ello se llegó a los penaltis en los que el Bayern tuvo más suerte con lo que se lleva el primer título de la temporada y obtiene un poco de calma tras una pretemporada problemática.