Miles de personas se apostaron a lo largo de los 6,1 kilómetros que recorrió el papa Francisco entre la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, y la Nunciatura Apostólica, para saludarlo efusivamente y recibir su bendición.
Pañuelos, papelillos blancos, globos, gritos y miles de manos extendidas sobresalían al paso de la caravana de Francisco, que saludaba sonriente desde el papamóvil, y se abría paso entre la multitud custodiado por centenares de policías a pie o en motocicleta.
El trayecto fue diseñado para que el Vicario de Roma, que hoy se reunió con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y bendijo a unos 22.000 emocionados jóvenes que lo esperaban en la Plaza de Bolívar, se acercara a las principales universidades del país.
Así el papamóvil se desplazó cerca a universidades como los Andes, Jorge Tadeo Lozano, Nuestra Señora del Rosario, el Colegio Mayor de Cundinamarca, la Distrital Francisco José de Caldas y la Pontificia Universidad Javeriana.
Frente a la Javeriana se formó la mayor concentración de gente con la esperanza de verlo más de cerca si se detenía ante ese centro educativo de la comunidad jesuita a la que pertenece el pontífice, pero esa anhelada parada finalmente no se produjo.
El desplazamiento, que se cumplió en su mayoría por la carrera séptima de Bogotá donde algunos fieles lograron acercarse fugazmente al papa, que alcanzó a tocarle la cabeza a un niño que le acercaron en medio de la multitud, reseña Efe.
Este fue el tercer recorrido del papamóvil por las calles bogotanas tras la apoteósica bienvenida que le brindaron ayer los colombianos a su llegada y el de esta mañana entre la Casa de Nariño y la Plaza de Bolívar, donde los aclamaron los jóvenes.
