El envío de una carta que contenía un polvo blanco sospechoso y que estaba dirigida al príncipe Enrique y su prometida, Meghan Markel, está siendo investigado como un “delito de odio racista”, informó la Policía británica.
Los análisis han revelado que la sustancia, recibida el 12 de febrero en el palacio de St James, en el centro de Londres, no era peligrosa.
La unidad antiterrorista de la Policía metropolitana de Londres investiga ahora un mensaje “malicioso” relacionado con esa carta que está siendo tratado como un posible delito de odio.
Un día después de la recepción de la misiva, la Policía informó de que una carta con un polvo blanco similar fue enviada al Parlamento británico, dirigida a la ministra de Interior, Amber Rudd.
Por el momento, no se ha determinado si ambos hechos están relacionados y no se han producido arrestos.
Un portavoz del palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe en Londres, rehusó comentar el suceso y dijo que el asunto está en manos de la Policía.
El hijo menor de la fallecida princesa Diana y su novia fueron informados del incidente, que se produjo un día antes de que la pareja se trasladara de visita a Edimburgo (Escocia).
El suceso es la primera alerta de seguridad que se produce en torno a la prometida de Enrique, que se convertirá en miembro oficial de la familia real británica tras su boda, el 19 de mayo en el castillo de Windsor (Inglaterra), informa Efe.
Según la prensa británica, Markle -de 36 años, nacida en Los Ángeles (Estados Unidos) de padre blanco y madre afroamericana- ya cuenta con protección durante las 24 horas.