El político opositor venezolano Leopoldo López se reunió con el exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, le habló sobre la “exigencia del pueblo” de Venezuela de que se retire la Constituyente y responsabilizó a Nicolás Maduro del posible conflicto social de concretarse este proceso.
El primer vicepresidente del Parlamento venezolano, el opositor Freddy Guevara, informó a través de Twitter sobre la reunión de los dos políticos en casa de López, quien cumple arresto domiciliario desde el pasado 8 de julio, y aseguró que este le pidió “informar claro y directo” sobre este encuentro.
En ese sentido, Guevara aseguró que López le “comunicó a Zapatero la exigencia del pueblo: que sea retirada la constituyente y que se respete decisión del pueblo del 16J”, en referencia a la consulta opositora en la que, según los organizadores, más de 7,5 millones de venezolanos expresaron su desacuerdo con la Constituyente.
“También se conversó sobre la grave conflictividad que puede venir por la ANC (Asamblea Nacional Constituyente) fraudulenta y dejamos claro que (el) único responsable es Maduro”, agregó el parlamentario.
La oposición venezolana considera que el cambio de Constitución impulsado por el Gobierno a través de la Constituyente es un fraude que representa la consolidación de la “dictadura”.
Ante esto, se mantiene en las calles protestando para que el jefe de Estado retroceda en su intención de modificar el actual ordenamiento jurídico y ha convocado para este miércoles, y por segunda vez en dos semanas, a una huelga general que esta vez tendrá una duración de 48 horas.
“En mi nombre, el de Leopoldo y la Unidad reiteramos: miércoles y jueves paro cívico e inicia huelga general y viernes… todos a Caracas!”, reiteró Guevara.
Con esta huelga el antichavismo aspira a detener toda actividad en las calles del país para presionar al Gobierno a que retire la Constituyente.
El pasado 12 de julio López recibió en su casa a Rodríguez Zapatero a quien le expuso que, para él, la Constituyente que impulsa el Gobierno es un “proyecto de aniquilación de la república”.
También sostuvieron una conversación sobre “la represión” durante las manifestaciones opositoras y sobre la “creciente conflictividad” que hay en el país, que se ha recrudecido con las actividades de calle que hasta la fecha se han saldado con cien víctimas mortales.