Investigadores de la Universidad de Sydney y de la Agencia Espacial de EEUU (NASA) han desarrollado una nueva y revolucionaria técnica para analizar la fotosíntesis de las plantas mediante sensores remotos colocados en satélites, con aplicaciones potenciales para la vigilancia del cambio climático.
La absorción de dióxido de carbono por las hojas y su conversión a azúcares mediante la fotosíntesis, denominada producción primaria bruta (GPP), es la base fundamental de la vida en la Tierra y su cuantificación es vital para la investigación sobre la dinámica del ciclo del carbono terrestre.
Este nuevo estudio, publicado en la revista Science, utiliza la monitorización en satélites para medir la fluorescencia de la clorofila inducida por el sol, un subproducto de la fotosíntesis en las hojas. El estudio también muestra cómo estas medidas de fluorescencia se correlacionan con las observaciones de GPP en el suelo desde diversos lugares, áreas de vegetación y en varios períodos de tiempo, reporta Efe.
Este vínculo observado entre la fluorescencia y la absorción de dióxido de carbono de la planta abre muchas aplicaciones potenciales de esta técnica, como por ejemplo para el análisis del cambio y los ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y el manejo de la tierra.