Diane Keaton estrena este viernes en España “Una cita en el parque”, donde encarna a una viuda que recobra la ilusión, un personaje que nada tiene que ver con ella ya que, según confiesa a Efe, está “enamorada” de su rutina y no osaría a probar “algo tan nuevo y excitante”.
“Yo no actuaría como ella, no probaría algo tan nuevo y excitante. A mí me gusta hacer lo mismo siempre. Es un problema. No creo que haya grandes cambios en mi vida. Me levanto a las 5:30 de la mañana y como a la misma hora. Soy así de aburrida”, confesó la mítica intérprete estadounidense.
“Tengo una rutina y estoy enamorada de ella. Sostiene mi vida. Sin ella, estaría en problemas. Necesito tener estructura. Necesito proyectos. Necesito trabajar. Necesito ayuda, mucha ayuda”, reconoció la ganadora del Óscar por “Annie Hall” (1977) y candidata por “Reds” (1981), “Marvin’s Room” (1996) y “Something’s Gotta Give” (2003).
En la cinta, dirigida por Joel Hopkins, Keaton encarna a Emily Walters, una viuda que, en una época de desencanto, descubre a Donald (Brendan Gleeson), un hombre con un estilo de vida diferente que vive en el corazón del londinense parque de Hampstead Heath.
“Me encantó la situación que vive Emily. Cómo encuentra la ilusión de forma accidental. Mirando por la ventana con unos prismáticos que piensa vender, porque está en bancarrota y debe dinero, se topa con este hombre. Y decide actuar. Pone en marcha una serie de acontecimientos que cambian su vida”, explicó Keaton, vestida con traje pantalón de Céline Vipiana.
“Ella se salva porque actúa. Es una persona ya mayor, así que nunca se espera una aventura tan grande. Ni el amor, en cierta manera. Al menos de la forma en la que lo esperas cuando tienes 25 años. Ahora es más reposado, más maduro y cariñoso”, manifestó.
Aunque Keaton no ve paralelismos con su personaje, sí admira el mensaje de la película de luchar por lo que uno considera necesario.
En su caso, le preocupa “la ira” que se está extendiendo por EE.UU. y admite que está obsesionada con los noticieros de la CNN y los programas de análisis políticos de Charlie Rose y Bill Maher, a los que califica como sus “acompañantes preferidos” para el día a día.