El ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, recalcó que el galeón San José, hundido en el siglo XVIII frente a las costas de Colombia, era una “nave de Estado” y sus restos “deben ser tratados como lo que son: parte del patrimonio subacuático”.
Después de que el presidente Juan Manuel Santos, anunciara la semana pasada que una alianza público-privada rescatará el galeón San José, Dastis manifestó que el Gobierno español “está hablando con Colombia” sobre esta cuestión.
A preguntas de los periodistas en una rueda de prensa con motivo del décimo aniversario de Casa África en Las Palmas de Gran Canaria (archipiélago español en el Atlántico), Dastis subrayó que el San José “es un pecio de una nave de Estado que tiene inmunidad soberana y la condición de tumba subacuática”.
Respecto a su rescate, el ministro español insistió en la necesidad de asegurar la conservación de este patrimonio cultural.
El galeón San José, construido en 1698, partió del puerto panameño de Portobelo con cerca de 600 hombres a bordo en 1708 en dirección a la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, pero nunca llegó a España ya que fue hundido por navíos ingleses en la batalla naval de Barú.
Hallado en el fondo del mar el 27 de noviembre de 2015 por investigadores del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), el barco estaba cargado con oro, plata y piedras preciosas procedentes de los antiguos virreinatos de la Nueva Granada y del Perú, y el valor de su carga está calculado en unos 5.000 millones de dólares de hoy.
España ha reclamado derechos sobre el galeón al considerarlo “barco de Estado” y como tal cuenta con inmunidad soberana reconocida por el convenio de Naciones Unidas de derecho del mar, pero las autoridades colombianas aseguran no haber recibido una “reclamación formal”.
Además, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, señaló hace unos días que “todo lo que se encuentre en territorio colombiano es de Colombia” y apostó por la creación de un museo en el país que exhiba los tesoros rescatados del fondo del mar.
Los derechos sobre el buque hundido son reclamados además por la empresa cazatesoros estadounidense Sea Search Armada (SSA) que alega haber ubicado el lugar del naufragio hace más de 30 años.