Científicos estadounidenses han identificado más de un centenar de genes que resultan clave para que los tratamientos de inmunoterapia contra el cáncer sean efectivos a largo plazo, según un estudio que publica hoy la revista “Nature”.
Investigadores del National Cancer Institute (NCI, en inglés) han analizado los componentes genéticos imprescindibles para que las células cancerígenas no desarrollen resistencia al tratamiento tras una primera respuesta positiva.
“Existe un enorme interés en la inmunoterapia contra el cáncer, especialmente para pacientes con metástasis. La respuesta a la inmunoterapia puede ser fantástica, pero debemos comprender por qué algunos pacientes no responden”, señala en un comunicado del NCI Nicholas Restifo, director del grupo de trabajo.
Los efectos de la inmunoterapia se deben a la acción de los linfocitos T, un tipo de células del sistema inmune que puede reconocer y destruir los tumores.
Algunas células cancerígenas, sin embargo, se muestran resistentes a la acción de los linfocitos T, por lo que los científicos han comenzado a buscar los genes que permiten activar el mecanismo de destrucción.
El grupo de Restifo ha utilizado la técnica de edición genética conocida como CRISPR para desactivar de manera selectiva ciertos genes en células de melanoma maligno.
Los investigadores apagaron de forma consecutiva todos los genes humanos conocidos capaces de codificar proteínas y evaluaron en cada caso cuál era la efectividad de los leucocitos T.
A partir de esa técnica, el estudio identifica más de cien genes que pueden jugar un papel en el mecanismo que permite eliminar los tumores por medio de la inmunoterapia, Reseñó Efe.
Para confirmar sus indagaciones, los científicos comprobaron a partir del historial de 11.000 pacientes que existe una asociación entre aquellas personas que cuentan con los genes previamente identificados y la respuesta positiva al tratamiento.