José Domingo Arias, excandidato presidencial del partido del expresidente panameño Ricardo Martinelli, acudió a la Fiscalía para declarar por presuntamente haber recibido dinero de Odebrecht en la última campaña electoral.
“Venimos a cooperar y a presentar todas las explicaciones”, dijo Arias escuetamente a los periodistas a las puertas del Ministerio Público.
El pasado 11 de mayo se conoció en Panamá la confesión de la publicista brasileña Mónica Moura, quien declaró que Odebrecht acordó con Martinelli financiar ilegalmente con 16 millones de dólares la campaña de Arias en las elecciones de 2014, que terminó ganando el actual mandatario, Juan Carlos Varela.
Moura aseguró que sus trabajos como publicista en Panamá tuvieron como intermediario al director general de Odebrecht en ese país, André Rabello.
“Nosotros vamos a dar las explicaciones que la Procuradoría y las fiscales soliciten”, insistió el excandidato presidencial, conocido popularmente como “Mimito” Arias.
El abogado y exembajador de Panamá en la OEA Guillermo Cochez denunció en febrero de 2016 que el esposo de Moura, Joao Santana, estaba siendo investigado en Brasil y que había trabajado en la campaña panameña de 2014.
La Fiscalía panameña dijo la semana pasada que tiene abiertas 24 investigaciones en torno a Odebrecht con al menos 36 imputados, entre ellos dos hijos del expresidente Martinelli, Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, que están en búsqueda y captura internacional.
El Ministerio Público indicó además que tiene retenidos 56 millones de dólares en distintas cuentas de Suiza, Andorra y Panamá, reseñó Efe.
La trama de corrupción de Odebrecht se investiga también en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Portugal, Perú, República Dominicana, Venezuela y Brasil, que fue donde comenzaron a descubrirse las prácticas ilegales de la constructora.
La dimensión internacional del escándalo se conoció a fines de 2016, cuando el Departamento de Justicia de EE.UU. reveló que la multinacional admitió haber pagado 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, 59 millones de los cuales fueron pagados en Panamá durante el Gobierno de Martinelli, entre 2009 y 2014.