El británico Chris Froome, después de iluminar su palmarés con el cuarto Tour y la primera Vuelta, se oscureció por el positivo por salbutamol en la ronda española, cerrando así el año entre serias dudas ante una posible sanción.
La bomba que estalló el pasado día 13 removió los cimientos del ciclismo. Froome había logrado su tercera grande consecutiva e igualado el doblete de los legendarios franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault.
A sus 32 años ya pensaba en el doblete Giro-Tour en 2018. En caso de éxito le hubiera colocado en el “Club de los 5 Tours junto a Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain.
Ese reto y el asalto a su primer Giro de Italia marcaban el camino de Froome para la próxima temporada. Ahora deberá convencer a las autoridades antidopaje de la UCI de que los 2.000 nanogramos que delataron su control de la Vuelta llegaron a su organismo conforme a reglamento. La decisión de la Federación Internacional marcará el final de 2017 y el devenir de la 2018, reporta Efe.
En un curso que vio la despedida del español Alberto Contador, volvió a brillar con el arcoíris, por tercer año consecutivo el eslovaco Peter Sagan, y Tom Dumoulin se convirtió en el primer holandés en ganar el Giro de Italia.
Sagan, después de levantar los brazos en Richmond y Doha, repitió la escena en Bergen. Incansable, “El Bicho”, de 27 años, igualó a Alfredo Binda, Eddy Merckx, Rik Van Steenbergen y Óscar Freire. En 2018 la cita de Innsbruck le puede encumbrar en un escalón único. Además el ciclista de Zilina cierra el curso con 12 victorias sobre 104 en su palmarés total.