Los resultados preliminares de un estudio elaborado por dos investigadores de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés) reflejan que los huracanes incrementan en los niños síntomas de estrés postraumático.
A poco menos de una semana de iniciar la próxima temporada de huracanes en el Atlántico, la investigación de los psicólogos de esta universidad Jonathan Comer y Anthony Dick refleja cómo situaciones de estrés por la inminencia de un huracán, las evacuaciones y la cobertura mediática producen en los menores un aumento de ansiedad.
Aún en la memoria las imágenes televisivas que mostraban el éxodo masivo que suscitó en Florida el arribo el pasado septiembre del ciclón Irma, el estudio muestra justo que una “extensa exposición” a la cobertura mediática de estos eventos está asociado a una “significativa ansiedad y estrés postraumático”, declaró hoy a Efe Comer.
“Los medios hoy en día son bastante diferentes de lo que solían ser, para empezar con ciclos informativos de 24 horas, pero además ahora las redes sociales han asumido un rol mucho más primordial en la vida de los niños y jóvenes”, ahondó el psicólogo, quien ha realizado investigaciones sobre el impacto en menores de eventos violentos y traumáticos como ataques terroristas.
Las redes sociales aportan muchos beneficios pero también es verdad que sus usuarios no siempre atienden “los mismos estándares del periodismo tradicional”, como señala Comer, y eso lleva a que los menores estén “expuestos a imágenes muy intrusivas que años atrás nunca hubieran sido emitidas por televisión”.
“Los niños son seriamente afectados por una extensa cobertura mediática”, agregó, y por ello los investigadores propugnan una mayor vigilancia de los padres de familia durante eventos extremos, incluidos ataques terroristas o tiroteos en escuelas.
La investigación de Comer y Dick tomó datos del Estudio de Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD, por su siglas en inglés), un trabajo de largo alcance iniciado en 2016 y que busca a lo largo de una década estudiar el desarrollo mental de niños y adolescentes de EE.UU., y para lo cual cuenta con una muestra de unos 8.000 participantes.
Meses atrás, el Instituto Nacional de Salud estadounidense puso a disposición de la comunidad científica información de esta investigación correspondiente a unos 4.500 participantes, de los que los dos profesores de FIU extrajeron datos de unos 500 niños para su estudio.
El foco fueron los efectos del huracán Irma en el desarrollo cognitivo de los menores estudiados, localizados en Miami y Gainsvillee, en Florida, y Charleston, en Carolina del Sur, localidades que se vieron impactadas por el huracán que llegó a alcanzar la categoría 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson.
Fueron parte de la investigación también menores residentes de San Diego (California), para efectos de comparación, al residir en un lugar no afectado directamente por el desastre natural aunque sí por la cobertura mediática de Irma.
“Este trabajo identificará los factores clave que pueden promover la resistencia en los niños expuestos a desastres”, señaló esta semana, cuando se dieron a conocer los resultados preliminares de este estudio, el otro investigador, Anthony Dick, informa Efe.
El siguiente paso del proyecto será recopilar datos adicionales de las mismas familias durante el año siguiente a Irma. Los niños también serán observados hasta la edad adulta para ver cómo responden sus cerebros frente a incidentes relacionados a desastres.