Un gigantesco incendio dejó sin hogar a más de cien familias tras consumir humildes casas de madera en la barriada de Moravia que sirvió hace cerca de 40 años como basurero de Medellín.
“Hay que resaltar que en una tragedia tan grande como esta no haya pérdida de vidas humanas”, informó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien confirmó que el incendio dejó 12 lesionados leves, afectados con especialmente por “quemaduras e inhalación de humo”.
Según los resultados preliminares del censo, el incendio afectó a 401 personas de 108 familias, pero “son muchas más”, pues tras iniciar en la parte baja de la loma, el fuego subió hasta las viviendas ubicadas en lo más alto, desde donde los habitantes no lograron apaciguar las llamas con baldados de agua y mangueras caseras.
Así lo relató a Efe Juan David Parra, quien dejó su trabajo en un taller de mármol para asistir a sus vecinos cuando el humo lo alertó y lo guió para rescatar a un hombre de “avanzada edad que no podía caminar” y que estaba solo en su casa.
“El agua se acabó muy rápido y el incendio cogió mucha fuerza porque las casas eran en madera. En un abrir y cerrar de ojos no había control”, contó el testigo.
Agregó que un cortocircuito posiblemente provocó la conflagración en estas casas improvisadas en las que la mayoría de sus habitantes “hicieron ellos mismos su propia conexión eléctrica”.
Ese testimonio fue respaldado por Oriol Arango, uno de los damnificados en Moravia, una zona considerada por sus habitantes como un “imán” para los incendios, pues hace diez años en la misma montaña 220 familias perdieron sus viviendas cuando una veladora provocó una tragedia, en la que murió un niño de cinco años.
“Esto se va a llamar El Quemado para siempre; son dos los incendios de los que he sido víctima”, expresó a Efe Arango, junto a una cama, lo único que logró sacar de su vivienda, una de las primeras en consumirse a los pies de la montaña ubicada en la comuna Aranjuez.
Pese a que 11 máquinas de bomberos y unos 76 hombres atendieron la emergencia, lamentó que no pudieran evitar que el incendio que inició en la casa de su vecino se propagara a gran velocidad debido a que están construidas en madera y material inflamable.
“Fue un cortocircuito. Nosotros éramos conscientes de que había malas conexiones, pero nadie nos colaboró”, agregó.
Por ahora, la mayoría de las familias afectadas están concentradas en un colegio del sector, adecuado como albergue temporal, donde también las autoridades adelantan el censo y buscan alternativas de reubicación para las 401 personas que perdieron sus viviendas, informa Efe.
La emergencia fue atendida por 1.200 personas, quienes participaron en diversas acciones de apoyo en el sitio de la emergencia, donde se realizará el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres para definir la atención de los damnificados.
