La tormenta tropical Philippe prosigue su trayectoria hacia el noreste, en una ruta que lo aleja más del sureste de Florida y del noroeste de Bahamas, mientras acelera su paso sobre el Atlántico, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU.
El sistema, que la pasada noche cruzó el sur de Florida con vientos de casi 65 kilómetros por hora (40 millas por hora), se ha intensificado en las últimas horas y presenta ahora vientos de 95 kilómetros por hora (60 millas por hora), si bien se espera que entre esta noche y la mañana del lunes se convierta en un ciclón post-tropical.
Philippe se ubica a 405 kilómetros (250 millas) al noreste de Freeport, en la isla de Gran Bahama, y a 505 kilómetros (315 millas) al estenoreste de Vero Beach, en Florida, es decir bastante lejos de zonas costeras.
El ciclón ha incrementado su velocidad de desplazamiento y se mueve a 74 kilómetros por hora (46 millas por hora) con dirección estenoreste, para luego, en la noche, aplicar un giro hacia el noreste, según un boletín del CNH.
En la trayectoria pronosticada, la noche de hoy Philippe entrará más en aguas abiertas del Atlántico y colisionará con un frente frío que lo hará menos organizado, precisó el centro meteorológico con sede en Miami.
Todos los avisos y advertencias relacionadas con el ciclón, que afectaba a Cuba también, han sido levantados, según recoge el CNH.
En el sur de Florida, donde se mantuvo vigente hasta la mañana de hoy avisos de inundaciones, las acumulaciones de agua han llegado hasta las 5 pulgadas (125 mililitros) de altura en partes de Fort Lauderdale, en el condado Broward, y en Boca Ratón.
Asimismo, el Servicio Nacional de Meteorología ha dado cuenta de al menos dos tornados formados el sábado, uno en el Condado Miami-Dade, en el área de Westchester, y otro en el Condado Palm Beach, donde se ubica Mar-a-Lago, la residencia de invierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
Los residentes de un parque de casa móviles en Boyton Beach, en el condado Palm Beach, trabajaban hoy en la reconstrucción de sus viviendas, cuyos techos y estructuras resultaron dañados por los efectos del tornado.
Y aunque las franjas exteriores de Philippe podrían dejar sentir sus efectos hasta la ciudad de Nueva York, en el noreste de EE.UU. y cinco años después del impacto del huracán Sandy, el sur de Florida amaneció hoy con un cielo abierto, aunque los meteorólogos han pronosticado inusuales temperaturas bajas a partir de esta tarde y hasta el lunes.