Las elecciones generales del jueves no se pospondrán tras los atentados registrados ayer en Londres, que la primera ministra, Theresa May, vinculó hoy con la “malvada ideología” del extremismo islámico y contra la que anunció duras medidas.
Los 10 muertos, tres de ellos terroristas, y el medio centenar de heridos, muchos de ellos en estado crítico, como consecuencia de los ataques perpetrados en el puente de Londres y en el mercado de Borough de la capital, sí han conllevado la suspensión de la campaña electoral de todos los partidos, a excepción del eurófobo UKIP.
May presidió el comité de emergencias Cobra, en el que participa la cúpula de la seguridad y la inteligencia británicas, una reunión tras la cual propuso revisar la legislación antiterrorista y dar más poder a las fuerzas de seguridad en este ámbito.
La primera ministra y líder de lo conservadores aspira a ganar las elecciones generales del 8 de junio, cuando las encuestas la sitúan a apenas tres puntos de su principal rival, el laborista Jeremy Corbyn, pero la campaña se ha paralizado por segunda vez tras el atentado de Manchester que costó la vida a 22 personas y dejó más de sesenta heridos.
Ante los medios de comunicación, May esgrimió que es necesario revisar la estrategia antiterrorista en el Reino Unido para asegurarse de que la policía y los servicios de seguridad cuentan con los “poderes” que requieren para actuar de forma efectiva.
La jefa de Gobierno anunció nuevas medidas para evitar la radicalización a través de internet y establecer penas más duras para algunos delitos.
“Hay demasiada tolerancia hacia el extremismo en nuestro país”, confesó May en su comparecencia ante el número 10 de Downing Street, su residencia oficial en la capital británica, reseñó Efe.
Así, recordó que en los últimos tres meses, el Reino Unido ha sufrido otros dos atentados terroristas, el perpetrado en Manchester durante un concierto de la cantante Ariana Grande hace dos semanas y el ataque hace dos meses frente al Parlamento con cinco fallecidos.
La primera ministra indicó que la organización de las tres tragedias no está conectada, pero guardan entre ellas la relación de estar instigadas por el extremismo islámico, una ideología que, matizó, “predica el odio, busca la división y promueve el sectarismo”.
“Derrotar a esa ideología es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, pero no se puede hacer tan solo con intervenciones militares”, afirmó May, quien apostó por acabar con los “lugares seguros” para los extremistas en el “mundo real.
“Debemos hacernos más robustos a la hora de identificar y señalar (el extremismo), tanto en el sector público como en el sector privado. Eso requerirá en ocasiones mantener algunas conversaciones difíciles, en ocasiones embarazosas, pero el país necesita actuar unido luchar contra este extremismo”, aseveró.