Santa Fe y Millonarios viven con expectación lo que será esta semana la primera final mano a mano de la liga colombiana entre dos clubes bogotanos, un clásico en el que ambos equipos esperan conseguir una nueva estrella.
Los dos equipos más importantes de la capital se habían enfrentado tres veces en los octogonales finales (1983, 1987 y 1988), dos en hexagonales definitivos (1975 y 1977) y otras dos en cuadrangulares de los que salía el campeón (1971 y 1978), pero nunca disputaron directamente el título.
La única vez que hubo un clásico en una final fue en 2013, cuando jugaron por el título de la Superliga que se llevó Santa Fe.
Para esta ocasión, Millonarios tiene la oportunidad de conseguir un campeonato tras una de sequía cinco años, pues la última vez que se alzó con un trofeo fue en la final del segundo semestre de 2012 al vencer al Independiente Medellín y cortar una racha de 24 años sin títulos ligueros.
El técnico de Millonarios, el argentino Miguel Ángel Russo, logró con un fútbol intenso de mucha presión en la cancha y velocidad de sus jugadores por los costados, llevar a los azules a la final con una nómina que no cuenta con grandes nombres pero sí con un grupo comprometido con una idea de juego que ejecuta a la perfección.
Entre los jugadores más destacados de Millonarios sobresalen el goleador Ayron del Valle, con once tantos en el torneo; el guardameta uruguayo Nicolás Vikonis, fundamental contra Equidad y América en las fases finales, y el central Andrés Cadavid, líder en la cancha.
Con esa base, Millonarios hilvanó una racha de doce juegos sin perder que aún sigue vigente y que espera prolongar por lo menos dos jornadas más para levantar el trofeo de campeón.
“En las finales uno no guarda nada, es bueno jugarlo en Bogotá y habrá que empezar a prepararnos para todo lo que viene, que es importante para nosotros porque hemos luchado mucho y queremos esto, como también el rival lo quiere”, afirmó el estratega argentino después de eliminar al América con un resultado global de 2-1.
Santa Fe, que jugará en 2018 la Copa Libertadores por sexto año consecutivo, sorprendió a propios y extraños en este semestre bajo la conducción del uruguayo Gregorio Pérez y regresa a la final tras ganar la del Torneo Finalización de 2016.
El conjunto cardenal, como se le conoce a Santa Fe, terminó segundo en la fase regular del torneo con 39 unidades, las mismas del Junior de Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará, y una por delante de Atlético Nacional, que dirigió hasta la semana pasada el español Juan Manuel Lillo, reporta Efe.
Pérez no contó con una nómina plagada de estrellas pero consiguió mantener a Santa Fe en la parte alta del torneo desde las primeras jornadas, a pesar de tener muchos jugadores lesionados, poco recambio y varios frentes que defender: la liga, la Sudamericana y la Copa Colombia.
Una de las claves para hacerlo estuvo en el buen trabajo de su defensa que sólo encajó 12 goles en 24 partidos disputados y se convirtió en la menos vencida del torneo liderada por el zaguero central William Tesillo.
“Este Santa Fe yo digo que es el Santa Fe del esfuerzo, del sacrificio y de la humildad, el Santa Fe del amor propio, por eso llegó hasta acá”, apostilló Pérez tras empatar 1-1 con el Tolima en la vuelta de las semifinales de la liga y completar el 2-1 en el global que le permitió acceder a la final.
El técnico uruguayo tuvo que estirar su nómina en muchas ocasiones por las lesiones, que tuvieron marginados en buena parte del torneo al goleador Wilson Morelo, al central José David Moya y al lateral derecho Víctor Giraldo.
“En innumerables ocasiones pasamos momentos muy difíciles en el transcurso de estos seis meses, en todos los partidos que hemos jugado, pero siempre creímos en este grupo. Y más allá de la identidad que le quisimos dar futbolísticamente conformamos una familia, eso es lo más importante, sabiendo cada uno las limitaciones y virtudes que tienen”, añadió.
El partido de ida de la serie que definirá al campeón se disputará el miércoles con el apoyo de los hinchas de Millonarios, mientras que en el partido decisivo, programado para el domingo, Santa Fe será el local luego de obtener ese privilegio por ser el equipo que más puntos acumuló este semestre.
El campeón entrará directamente a la fase de grupos de la Copa Libertadores y el segundo jugará las rondas previas del torneo continental.