Los ministros de Medio Ambiente de los 28 países de la UE autorizaron a la CE en la cumbre del clima de Bonn (COP23) a ratificar ante la ONU sus compromisos de cambio climático denominados “Enmienda de Doha al Protocolo de Kioto”, algo que no había hecho por la oposición de Polonia.
La Unión Europea (UE) no había podido ratificar dicho compromiso como bloque -a pesar de estar acatando lo prometido para 2020- porque uno de sus países miembros, Polonia, no lo ha hecho.
Lo habitual en los tratados internacionales es que la UE se sume una vez lo han hecho sus países miembros, pero esa regla se rompió con el Acuerdo de París, donde la Comisión Europea (CE) pidió a los ministros de los 28 que le autorizasen a ratificar aunque no lo hubieran hecho todos los países, como ha ocurrido hoy.
La no ratificación de la Enmienda de Doha es el argumento que los países en desarrollo han utilizado en la cumbre del clima de Bonn para negarse a avanzar en asuntos de interés para la UE: las reglas del Acuerdo de París, que empieza a cumplirse a partir de 2020 y que, por primera vez, implica compromisos para los países pobres.
Quieren asegurarse de que los principales responsables del cambio climático han hecho sus deberes previos al Acuerdo de París, para ellos poder hacer los suyos.