Tras amplificar las voces de mujeres a lo largo y ancho de la industria del cine en los últimos meses, el movimiento “Me Too”, que ha despertado reivindicaciones en sectores desde la música a la tecnología, se hace oír ahora en una de las citas más emblemáticas de la moda, la Fashion Week de Nueva York.
Con una pasarela por la que desfilaron modelos con alas de ángel esposadas a hombres con máscaras de cerdo, la diseñadora francesa Myriam Chalek buscó este viernes “proyectar luz sobre un problema que también ocurre en la industria de la moda”, explicó hoy a Efe en conversación telefónica.
Chalek, directora creativa de American Wardrobe, denunció que muchas chicas jóvenes que trabajan como modelos “están sometidas a conductas sexuales inapropiadas” por parte de otros empleados, y quiso darles la “oportunidad de alzar la voz” en un evento especial, que fue abierto al público y se celebró cerca de Times Square.
Así lo hizo Alicia Kozakiewicz, quien relató que a los 13 años un depredador de internet la secuestró y encadenó en su sótano para emitir en directo su abuso. “Todo lo que queremos es estar seguras, para que las jóvenes puedan vivir sus sueños, escalar montañas (…) o desfilar por las pasarelas que nacieron para desfilar”, reporta Efe.
Seguidora del movimiento “Me Too”, Chalek sintió “la responsabilidad de contribuir a los cambios” que reclama la sociedad tras la oleada de indignación que suscitó en otoño el caso del productor hollywoodiense Harvey Weinstein, acusado de asalto sexual por decenas de mujeres.