Según el decreto 2242 de 2015 de la DIAN a partir del primero de enero de 2018, todas las empresas del país deberán implementar la facturación electrónica como única forma de registro contable en sus transacciones.
Esto ayudará a optimizar los procesos y economizar el gasto en las empresas; según estudio del Centro Interamericano de Administraciones Tributaria CIAT, las empresas que implementen la Facturación Electrónica ahorrarán hasta en un 80% del costo en la emisión de facturas, permitiendo almacenar todas las facturas en digital y sin opción a pérdida de documentos.
Frente a este gran reto, la compañía Gosocket trae al mercado colombiano una red social empresarial que le permitirá a las empresas acceder al verdadero potencial de la facturación electrónica de una forma universal y con grandes beneficios para sus clientes. “Lo que hacemos en Gosocket es a partir del relacionamiento empresarial, generamos soluciones de valor agregado como el anticipo de cuentas por cobrar, los pagos electrónicos y la conciliación de los mismos con alta efectividad y adherencia, ya que contamos con una enorme experiencia en el mercado Latinoamericano” expresa Lucio Quijano, country manager de Gosocket para Colombia.
Esta modalidad de facturación electrónica convierte el proceso manual de emisión y recepción de documentos físicos como facturas y notas de crédito y débito en un proceso de intercambio de información electrónica, generando agilidad, reduciendo las equivocaciones y disminuyendo los costos; convirtiéndose en todo un sistema de gestión.
Para Gosocket, la facturación electrónica responde directamente a la política de ‘cero papel’ la cual busca disminuir el uso de este recurso y contribuir así a la conservación del medio ambiente. La DIAN calcula que la emisión de una factura electrónica cuesta 820 pesos versus una física que vale alrededor de 2.650 pesos; con lo cual se logra una importante reducción de gastos para este rubro.
Algunos de los beneficios que reciben las empresas al implementar la facturación electrónica, son:
– Optimización en los tiempos de entrega de las facturas; pasarán de días a minutos.
– Mejor calidad en la información ya que se controlarán documentos electrónicos.
– Existirá un incremento exponencial en el proceso de aceptación y rechazo de las facturas, mejorando el tiempo de contabilización de la factura de hasta tres días.
– Impacto positivo en el flujo de caja por la mejora en el tiempo de contabilización.
Ahora las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes), lograrán un ahorro de hasta 75% en almacenamiento, despachos, procesamiento e impresiones de facturas gracias a la digitalización de las mismas. “Con la Facturación Electrónica buscamos facilitar y agilizar todos los procesos a través de una plataforma ágil e intuitiva junto con un gran número de herramientas y soluciones que brindarán un valor agregado a la información que ya contienen los documentos tributarios”, así lo expresa Quijano.
Las empresas en Colombia atraviesan un camino hacia la transformación digital y podrán adoptar la facturación electrónica como un servicio global que responde a las necesidades de un consumidor digital cada vez más exigente.
Este modelo de facturación permite simplificar la operación, disminuir costos, facilitar el acceso a datos y obtener procesos más transparentes y eficientes en el flujo de información que se establece entre el gobierno y las empresas.
“Dentro de poco el 100% de la facturación en las empresas será obligatoriamente electrónica en el país, por lo que los gerentes y su equipo contable deberán ir planeando sumergirse a este cambio importante”, comenta Quijano.