La delegación de paz del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN rechazó el más reciente atentado perpetrado por el ese grupo guerrillero al oleoducto Caño Limón Coveñas,en Norte de Santander.
En este momento, en que en la mesa de Quito se discute la posibilidad de acordar un cese al fuego bilateral y temporal entre las partes “es de la mayor importancia resaltar la necesidad de que dicho cese al fuego esté acompañado de un cese de hostilidades como, entre otros, los ataques a la infraestructura”, aseguraron en un comunicado.
Sobre lo anterior Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del Gobierno, ha manifestado su rechazo al afirmar que “contaminar fuentes de agua, es decir acueductos, es la forma más degradada de practicar el terrorismo contra la población civil” y que este desafortunado evento ilustra la necesidad de que, en caso de llegar a un cese al fuego bilateral con el ELN es indispensable que cesen las hostilidades contra la población civil no combatiente.
Por último la delegación gubernamental se solidarizó con las cerca de 2 mil personas de esta zona de Norte de Santander, afectadas nuevamente por un ataque de este tipo en lo corrido de 2017 y espera que los graves daños ambientales causados puedan ser solucionados lo más pronto posible.