La empresa que gestiona el agua en Roma, ACEA, se reunirá mañana para estudiar un programa de restricción del suministro en la capital italiana tras la decisión de las autoridades regionales de detener la captación en el lago de Bracciano ante la preocupante sequía.
La posibilidad de cortes de agua en Roma durante varias horas a partir del próximo 29 de julio, una medida que afectaría a 1,5 millones de viviendas y 2,9 millones de residentes, es recogida hoy por los medios italianos.
ACEA, participada al 51 por ciento por el Ayuntamiento, explicó que la medida será necesaria si se confirma la orden del presidente de la región del Lazio, Nicola Zingaretti, de prohibir la captación del lago de Bracciano, principal recurso hídrico de la capital ante una posible “catástrofe medioambiental” por el preocupante descenso del nivel del agua.
La sociedad de distribución del agua criticó duramente la medida de cerrar la captación del lago, que se ejecutará a partir del 28 de julio si no mejora la situación, al considerar que se trata de un acto “anómalo e ilegal, pero sobre todo inútil para la protección” de Bracciano.
La sequía que se vive en Roma se debe al fuerte calor de los últimos meses y a la falta de lluvias, pues en los primeros seis meses de 2017 sólo han caído en la capital 157 milímetros de agua repartidos en 26 días.
La alcaldesa, Virginia Raggi, realizó un llamamiento para que ACEA y la región encuentren una rápida solución que garantice el abastecimiento de los ciudadanos y, sobre todo, a todos los hospitales y los bomberos.
Raggi recordó la medida adoptada por el Ayuntamiento a principios de mes, duramente criticada, de cerrar por turnos los característicos “nasoni”, las fuentes públicas que emanan agua continuamente por las calles de la capital debido a la sequía.
El ministro de Medioambiente, Gianluca Galletti, confirmó ayer que la situación en Roma “es crítica” y que se podría permitir a la región pedir el “estado de emergencia” para activar los procedimientos de ayudas sobre todo al sector agrícola.
Además de en Roma, la falta de lluvia está provocando también problemas en regiones como Veneto, Emilia Romagna y Cerdeña, donde se ha solicitado el “estado de calamidad natural” debido a la sequía y a los incendios.