La sequía y las plagas que afectan a los cultivos de maíz, trigo, sorgo y soja en la región boliviana de Santa Cruz (este) impulsa a los pequeños y medianos productores a insistir al Gobierno del presidente Evo Morales a que autorice el uso de semillas genéticamente modificadas, ahora vetadas por la ley.
Los expertos del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), institución que asesora a las asociaciones agrícolas de Santa Cruz, sostienen que más de 13.000 pequeños y medianos productores piden que les permitan usar la biotecnología ya que en las pasadas cosechas fueron afectados por el cambio climático.
“Hay que destacar que son los pequeños productores los que solicitan el mayor uso de biotecnología y la liberación de nuevos eventos (modificación de semillas)”, dijo a Efe la biotecnóloga del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Cecilia González.
Bolivia solo permite la existencia de un tipo de semilla modificada para la soja, la que es resistente al herbicida glifosato, y recoge en su Constitución promulgada en 2009 precauciones específicas sobre el uso de otros transgénicos.
González explicó que algunos cultivos de maíz son afectados por el gusano “cogollero” que afecta al tejido del cultivo en crecimiento y los productores de soja también tienen problemas con el gusano “pegador”, cuyas larvas se alimentan de las hojas, reseñó Efe.
Además, este año también llegó al oriente boliviano una plaga de langostas que afectó los cultivos, agregó.
Por todas estas situaciones, hay una insistente petición de usar algunos eventos biotecnológicos para que los cultivos puedan resistir las plagas de insectos o la sequía, sostuvo González.