La tecnología móvil ayuda a los miembros de la minoría musulmana rohinyá en el exilio a comunicarse con sus familiares y amigos en Birmania (Myanmar), donde son víctimas de una operación militar de “limpieza étnica”, según la ONU.
En una oficina en el norte de Bangkok, el rohinyá Hajee Ismail usa la aplicación Wechat para hablar con un amigo suyo en el estado Rakáin, en el oeste de Birmania y tierra natal de esta minoría apátrida.
Su amigo, un rohinyá identificado como Furuk, dice que de momento la situación está tranquila en su localidad Bhutidaung, cerca de la frontera con Bangladesh.
“No se pueden mover libremente, solo (pueden desplazarse) dentro de la ciudad”, señala a Efe Hajee en un cuarto con mapas y fotografías contiguo a la oficina, desde la que regenta un negocio de distribución de hielo, reporta Efe.
Hajee, un antiguo activista estudiantil que llegó a Tailandia en 1995, también es director de Rohingya Peace Network, una organización con unos 500 miembros dedicada a ayudar a los rohinyás que huyen de Birmania.
Antiguamente solía llamar por teléfono cada cierto tiempo a sus conocidos y familiares, pero la comunicación era difícil y cara, algo resuelto ahora gracias a internet y la tecnología móvil.