El presidente de Brasil, Michel Temer, acudió hoy a un hospital de Sao Paulo para realizar una serie de exámenes después de sufrir esta semana una “obstrucción urológica” y podría estar ingresado hasta el sábado.
Temer llegó la noche del viernes al Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, donde le será realizada una cistoscopia, un procedimiento que consiste en la inserción de una sonda en la uretra con el fin de evaluar el estado de las vías urinarias.
El examen estará bajo la supervisión del médico de Temer, el cardiólogo Roberto Kalil, que también atiende a otros políticos, como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El mandatario, de 77 años, fue hospitalizado en Brasilia el pasado miércoles, pero recibió el alta hora después tras ser sometido a una serie de exámenes en un centro médico militar de la capital.
Temer sufrió el “malestar” en momentos en que la Cámara baja debatía la denuncia por obstrucción a la justicia y asociación ilícita que la Fiscalía formuló en su contra.
Los cargos, que Temer siempre negó y que mantuvieron en vilo al Gobierno en las últimas semanas, fueron rechazados el mismo miércoles por 251 votos frente a 233 en el pleno de los diputados, que por imperativos de la Constitución brasileña debía avalar su eventual enjuiciamiento.
Tras conseguir la victoria en la Cámara baja, Temer aseguró que estará más concentrado en la recuperación económica y en su salud.
Hace unas semanas el propio Temer admitió que se le había detectado una ligera obstrucción en una arteria coronaria, pero negó que tuviera que ser sometido a un cateterismo para corregir el problema, informa Efe.
El mandatario explicó que “mucha gente vive con eso”, en alusión a que sus médicos garantizaron que la obstrucción sería remediada con medicamentos y una dieta, sin necesidad de llegar a ser operado del corazón.