Lilian Tintori, esposa del político preso venezolano Leopoldo López, recluido en una cárcel militar a las afueras de Caracas cumpliendo una condena de casi 14 años, dijo que su marido lleva 21 días sin “recibir la visita familiar” y denunció nuevamente que no le permiten verlo.
“Desde hace 21 días a Leopoldo no le permiten recibir la visita familiar en la cárcel militar de Ramo Verde”, dijo Tintori en un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter, donde también indicó que “nuevamente” le “quitaron el derecho de entrar a ver” a su esposo.
En otro mensaje comentó que “la dictadura asesina le quitó a Leopoldo su derecho a la defensa”, pues aseguró que desde “hace 80 días no permiten que sus abogados lo vean”.
La esposa de López señaló, además, que cuando intentó visitar hoy a su marido “la respuesta” que le dieron fue “reforzar el piquete” de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).
Tintori denunció el sábado que no le permitieron ver a su marido, luego de que el viernes se difundiera un vídeo en el que el opositor gritaba que estaba siendo torturado.
Horas después de que se difundiera este audiovisual el viernes, el periódico venezolano Últimas Noticias difundió en su sitio de internet un par de fotografías y un vídeo que muestra a López recibiendo atención médica y alimentos.
Estas imágenes fueron difundidas en las redes sociales por Últimas Noticias bajo el título “Leopoldo López se encuentra bien”.
Por este hecho, el también primer vicepresidente del Parlamento, el opositor Freddy Guevara, acudió, en horas de la noche del viernes, junto a otros diputados y dirigentes del partido de López, Voluntad Popular (VP), hasta Ramo Verde y pidió a las autoridades “constatar el estado de Leopoldo de una fuente confiable”.
El sábado, Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades venezolanas investigar “de forma inmediata” la denuncia de López.
El político de 46 años, declarado “preso de conciencia” por AI, fue condenado en septiembre de 2015 como responsable de los disturbios ocurridos al final de una marcha antigubernamental en 2014, en los que murieron tres personas.