El presidente de EEUU, Donald Trump y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin estrecharon su mano por primera vez pocas horas antes de su esperado cara a cara en la Cumbre del G20 celebrado en Hamburgo, Alemania.
“Se estrecharon la mano y dijeron que se reunirían a parte y se verían pronto”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Trump ha dicho que quiere buscar maneras para trabajar con Putin, una meta que se hace más difícil por las diferencias sobre las acciones de Rusia en Siria y Ucrania y las acusaciones de que Moscú intervino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en el 2016.
Eso significa que cada expresión facial y gesto físico será analizado tanto como cualquier palabra que ambos líderes expresen mientras el mundo evalúa como se relaciona el magnate estadounidense con el exespía ruso.
El temor en Washington es que el republicano, un novato en la política cuyo equipo siga desarrollando su estrategia frente a Rusia, esté menos preparado que Putin, que ha lidiado con los dos últimos ocupantes de la Casa Blanca y decenas de líderes mundiales.
Mientras las investigaciones continúan sobre si hubo alguna colusión entre la campaña presidencial de Trump y Rusia, el mandatario estadounidense ha estado bajo presión para asuma una línea dura frente al Kremlin. Moscú ha negado cualquier interferencia y Trump dice que su campaña no coludió con Rusia.
El jueves, Trump ganó alabanzas de al menos un republicano de línea dura en el Congreso tras su discurso en Varsovia, en el que instó a Rusia a poner fin a sus “actividades desestabilizadoras” y detener su apoyo a Siria e Irán. Reuters